Entre el 6 y el 26 de agosto va a estar en Ainsa, en el Patio de Armas del Castillo, la exposición » Agua, ríos y pueblos « organizada por la Fundación Nueva Cultura del Agua y de la que se presentaron algunos avances en el Faro durante la EXPO 2008. Es una exposición necesaria, que trata de poner encima de la mesa y hacer visibles a los millones de afectados y desplazados como consecuencia de la construcción de grandes presas en el mundo. Es una exposición que, una vez más, ha tenido como «alma mater» a Pedro Arrojo y a la que se ha reenganchado Jose Mari Santos una persona del movimiento de afectados que, a principios de los años 2000, hizo que temblaran los viejos dinosaurios de la política hidráulica aragonesa, que se consiguiera el abandono de proyectos como Jánovas o Santaliestra y que fue cimentando las bases para que, más pronto que tarde, consigamos que se abandonen definitivamente Yesa, Biscarrués o Mularroya.
Los afectados de Yesa vamos a tener un lugar específico en esos días y me parece de resaltar, por su importancia y calidad, la Agenda Ciudadana que se desarrollará durante todos esos días. Estais invitados/as.
Sirva de referencia esta entrada que se da al apartado del Recrecimiento de Yesa: 30 años de dolor y sinrazón.
Cada pantano tiene su propia y triste historia pero en Yesa quieren escribirse dos. Hablar del embalse de Yesa, de su inauguración en 1959 y de su gestación en la primera mitad del siglo XX, es hablar de la colonización de un espacio de montaña para ponerlo al servicio de otros, es hablar de un desplazamiento forzoso de más de 1500 personas, es recordar la desaparición de un balneario emblemático, es constatar la ruptura del histórico eje de comunicaciones que fue la Canal de Berdún y añorar una fértil vega inundada entre los sollozos de los que se fueron y el desánimo de quienes se quedaron.
Y como si aquello hubiera sido poco y la pesadilla nunca hubiera existido ahora nos quieren poner un epitafio que tenga como víctimas a los ribereños que superaron aquel holocausto, el Camino de Santiago Patrimonio de la Humanidad, la seguridad de los pueblos aguas abajo, las zonas protegidas y los restos de vega que dan vida a los pueblos. Y quieren hacerlo con un demencial gasto de 240 millones y con una vergonzosa manipulación informativa hacia la población de Zaragoza y su abastecimiento de boca desde el río Aragón. La gula de agua de algunos no tiene límite ni atiende a razones pero la palabra justicia aquí sólo puede escribirse con un YESA NO.