No deja de ser curioso que se me de la enhorabuena o se me felicite por los resultados cosechados en Huesca en estas pasadas elecciones municipales. Mantener los dos concejales con lo que ha llovido, me dicen, es una magnífica noticia. Y efectivamente lo es, como que Fernando Elboj haya perdido la mayoría absoluta y casi 3.000 votos y ahora tengamos mucho más que decir. Pero la realidad es que gran parte de ese bajón se ha ido a la abstención y algo al PP, IU, Los Verdes. En ese sentido nosotros también hemos perdido algo más de 300 votos y en cualquier análisis político serio ese es un dato cualitativamente importante. Y sobre todo no es para estar contento constatar el grave revés que hemos sufrido a lo largo del país. Duele lo propio pero me duele más el «castigo» a muchos compañeros y compañeras que en ciudades, pueblos o comarcas han trabajado con honestidad y, creo, mucho y bien.
En política lo justo o injusto no existe, tan sólo el recuento de votos determina si el camino llevado, por acción u omisión, ha sido bueno o no. Ese es ahora nuestro trabajo, acertar en el diagnóstico y tomar las medidas necesarias para volver a ser un partido ilusionante y recuperar a mucha de nuestra gente que se ha refugiado en la abstención porque los demás tampoco les convencen. No tengo la menor duda de que es más que necesario que CHA sea un partido de izquierdas consolidado frente a los partidos estatalistas y el regionalismo de derechas.