El pasado jueves tuve el honor de inaugurar una interesante iniciativa puesta en marcha por la AAVV del barrio de María Auxiliadora. Emulando los televisivos Tengo una pregunta para Usted han ideado unos encuentros con los portavoces de los cinco grupos municipales y Los Verdes en los cuales distintos vecinos ponen voz a preguntas que previamente cualquier ciudadano o ciudadana ha podido hacer llegar a la asociación vecinal. Una vez más una propuesta con la marca Claro y Directo que parece ser la impronta del buen hacer de esta asociación.
No entraré en lo que fue el desarrollo del acto, pues para ello os recomiendo que os dirijáis a Carlos Neofato que una vez más ha hecho un resumen magnífico (creo que va siendo hora que lo proclamemos cronista oficial del mundo más inquieto y reivindicativo de la ciudad) y por supuesto no seré yo quien valore si las respuestas que di y el conjunto de intervenciones estuvieron a la altura de las expectativas que con este acto se habían creado, pero si me interesa apuntar algunas cosas que me parecen significativas.
- Una de las lacras del proceso de transición fue la absorción que se produjo por parte de las opciones políticas de quienes habían liderado los combativos movimientos vecinales de aquellos años. Pareciera que el trabajo ya estaba hecho y muchos de los mandamases de la nueva casta política surgida desde los barrios eran los primeros en lanzar mensajes de «vosotros tranquilos que ahora ya nos encargamos nosotros de todo». Esta tendencia que llevó a un semivaciado de las asociaciones vecinales ha perdurado en el tiempo y desde los poderes públicos, que con insistencia repiten que la legitimidad de la toma de decisiones la dan las urnas, aquellas se ven como una especie de incordio con el que hay que convivir si son peleonas o como una sucursal que, con un poco de retribución en forma de subvenciones, hace una buena labor de difusión de las graciosas concesiones con las que el vecino se ve agraciado por mor del buen hacer del mandamás que, pareciera, pone el dinero de su bolsillo. Lee el resto de esta entrada »