Tasas e impuestos

No es fácil determinar hasta donde se debe llegar con la presión fiscal en los ayuntamientos, pero la escalada que se ha producido en Huesca en los últimos años no es nada desdeñable. Defiendo con vehemencia que las opciones de izquierda deben aplicar políticas impositivas que permitan recaudar para dar más y mejores servicios pero no merecen tal calificativo los incrementos injustificados, excesivos y que no aplican criterios de progresividad. Si además el fruto de lo recaudado es dilapidado en inversiones faraónicas al tiempo que se racanean los fondos para políticas sociales o impulsoras del crecimiento económico, merecen cualquier calificativo menos de izquierdas. Un reciente estudio de la Agencia Tributaria de Madrid, que sigue la tradición de años anteriores,  hacía una comparativa de lo que pagaban los vecinos y vecinas de las 52 capitales de provincia y de él se desprende algunas conclusiones interesantes.

En IBI, es decir la contribución, Huesca ocupa la posición 8, Zaragoza la 36 y Teruel la 38.

En el Impuesto de vehículos Huesca ocupa la posición 9, Zaragoza la 33 y Teruel la 28.

En el Impuesto de Actividades Económicas Huesca ocupa la posición 26, Zaragoza la 23 y Teruel 38.

En el Impuesto de Construcciones Huesca ocupa la posición 33, Zaragoza la 26 y Teruel la 37.

En Plusvalias Huesca ocupa la posición 38, Zaragoza la 19 y Teruel la 28.

Creo que, en primer lugar, conviene reseñar que el IBI supone, con unos 12 millones de euros, la quinta parte de los ingresos del Ayuntamiento y en este apartado la subida de los últimos años ronda el 60 %.

Por otra parte se observa con claridad que en Huesca los tributos que se pagan desde el sector de la construcción, y  no olvidemos como ha andado los últimos años, están por debajo de la media mientras los que pagan los ciudadanos, es decir IBI y vehículos, están en cabeza de forma destacada.

Si el estudio hubiera hecho referencia a lo que en Huesca pagamos por agua y basuras nuestra posición en el ranking todavía sería más avanzada. Tan sólo en basuras, servicio prestado por GRHUSA, hemos pasado de un gasto de 1.949.195 euros en 2006 a casi 2.863.770 previstos para 2009.

Si constatamos qué destino se ha dado a una parte importante de estos ingresos y el escaso efecto multiplicador que han tenido para impulsar nuestro sector productivo, convendremos que existen dudas más que razonables sobre la conveniencia de los incrementos aplicados por el PSOE en los últimos años.

Otro día hablaré sobre viviendas vacias, telefonía movil o familias nunerosas que son aspectos que tienen mucho que ver con lo que Ayuntamiento recauda o deja de recaudar.